El auto-control en los servicios de vigilancia es el primer paso para que el servicio ofertado cumpla con sus objetivos. Quien contrata un servicio de vigilancia busca resolver o prevenir un problema, esto se logra mediante un control que ejerce una persona o grupo de personas conocidos como guardas de seguridad, pero quién los controla a ellos?

Tradicionalmente las compañías han usado diversos mecanismos de control cómo las visitas de supervisión, revistas, minutas de servicio, ronderos, entre otros… Pero sus resultados son tan limitados cómo el mismo método.  La tecnología hace que estos sean cosa del pasado.

Recientemente han aparecido los controladores de ronda en tiempo real. ActiveGuard y ActiveTrack son equipos altamente tecnológicos que, unidos a un software, tiene la capacidad de verificar la calidad del trabajo de equipos de seguridad e informar automáticamente al personal de supervisión o incluso al cliente final sus falencias.  Entonces por qué aún no son tan populares?

La respuesta parece encontrarse en el propio personal de seguridad… Un equipo capaz de mostrar las falencias del servicio y que exige el máximo rendimiento de cada individuo es considerado un enemigo…  Debemos entonces preguntarnos: no es el objetivo tener un servicio con cero fallas y un resultado de seguridad eficaz?

Lejos de ser enemigos, ActiveGuard y ActiveTrack son los perfectos aliados de las compañías de vigilancia.  Un control detallado del personal de seguridad que permite corregir las fallas antes de un hecho grave es garantía de prestación de servicio y un potenciador de la calidad del mismo. El cliente final sentirá los cambios y la transparencia de la compañía de seguridad.

No todo termina allí, una infinidad de aplicaciones y nuevas ofertas de servicios pueden ser creadas a partir de los controles de ronda en tiempo real y su interacción con software en los centros de control y monitoreo. El software y su capacidad de procesar la información que recibe permite hacer cualquier cosa imaginable por el ser humano.

Finalmente debemos decir que los avances de la tecnología, especialmente en las áreas de software, están cambiando la manera de hacer las cosas…  el nuevo ritmo tecnológico no admite las formas tradicionales de servicio. Los usuarios exigen tener el mismo nivel de control y beneficios que encuentran cotidianamente con sus bancos, domicilios, servicios de asistencia, entre otros.

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